Para estudiar la obra sobre papel de Kiki Smith entrar en esta dirección del MOMA: http://www.moma.org/interactives/exhibitions/2003/kikismith/
Una de las estrategias en la formalización contemporánea del cuerpo utiliza la desintegración como principio: la anatomía humana es fragmentada, forzada, alterada. Se producen operaciones de figurar-desfigurar, el “hágalo Vd. mismo”, el cuerpo en piezas. Su modelo es el Frankenstein de Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851).
Por su carácter didáctico, vamos a detenernos y utilizar como modelo para esta unidad de estudio, el trabajo de la artista Kiki Smith, en adelante KS.
Afirma KS: “me inicio en el conocimiento del cuerpo a partir de un libro de anatomía genérico, Gray’s Anatomy 1, del cual aprendí a dibujar el tejido celular, las células de la sangre, las fibras nerviosas, trabajando gradualmente en su evolución artística desde el interior del cuerpo fragmentado hasta llegar a la figura humana” y también: “comencé mirando libros de anatomía, luego fui interesándome por los sistemas del organismo, después en la piel como sistema y de ahí se convirtió en trabajo figurativo. El tipo de figuración que me interesó fue la iconografía religiosa y las muñecas de cuando era niña… recuerdo que realicé una especie de Libro de las horas. Puse en tarros distintos jugos humanos que salen del cuerpo, como sudor, orina, saliva, vómito para, como en el Libro de las horas del medievo, tener algo en que pensar, de los fluidos pase a los orificios por donde entran y salen, y ahí se abrían un sin fin de posibilidades…” 2.
Kiki Smith explora la significación del cuerpo humano como un sistema. Como hiciera Leonardo, fragmenta y construye modelos de diferentes partes corporales para entenderlas mejor. Del interior al exterior, crea series de esculturas sobre el sistema digestivo, el útero -Uro-genital system (1986)-, el hígado, los riñones, el corazón o las costillas -Untitled Ribs (1987)-. Este intento de comprensión ascendente, de lo pequeño a lo grande, es el método por excelencia de la ciencia; pero no termina ahí, evidencia las partes invisibles como en las láminas de anatomía, representando una figura humana con la columna vertebral fuera del cuerpo visible -Blood Pool (1992)-. Utiliza la misma estrategia que los anatomistas, en la escultura Virgin Mary (1992) emplea las figuras écorché del Renacimiento; aquí no sólo vemos una mujer sin piel, con los músculos, tendones y venas a la vista, sino que observamos a la vez un cuerpo carnal y vulnerable, desnudo y desacralizado, una figura en actitud de exposición e indefensión que, al mismo tiempo, mantiene una imperturbable contemplación meditativa.
KS no se limita a fragmentar, produce un proceso de ensamblaje, de colocación de fragmentos que tiene su origen en las iconografías de los exvotos u ofrendas de la religión católica. Los gestos y actitudes de sus figuras provienen a su vez de ídolos antropomórficos o imaginería religiosa de los martirios de Santos. Como decía Elías Canetti, su obra es una “cámara de tortura del pensamiento”. La propia KS denomina a este proceso la “estrategia del Frankenstein” en la que, a través de la fragmentación, se busca la percepción de un todo.
En cierto sentido, el proceso de trabajo de K. Smith no es estrictamente cognitivo, necesita la presencia física de la materia para dotarlo de significado propio. El “hacer las cosas por sí misma” le permite experimentar con todo tipo de materiales: papel maché, cera, muselina, cristal, aluminio, bronce; trastocar su uso tradicional y subjetivarlos: policroma el bronce, hace que el frágil papel de arroz tome el cuerpo de una escultura, etc.
En la galería de “monstruos” que surge de la estrategia Frankenstein está implícito el uso de la escala humana, las esculturas son moldes de amigos y conocidos. La noción de personaje real llega a necesitar, como en los bronces griegos, insertar ojos de cristal como en la pieza Lilith que observa al espectador desde su incómoda posición, desde abajo, para enfatizar y hacer insoportable la visión de la sumisión.
KS produce procesos de metamorfosis, viajes que se inician desde las energías vitales del cuerpo íntimo hasta la superficie de los signos y los símbolos humanos. En palabras de la artista, “fabrico obras acerca del cuerpo, jugando con la indestructibilidad de la vida donde, por un lado, la vida es esa fuerza feroz que nos proyecta hacia delante; y al mismo tiempo, hace que justo se pierda y muera. Siempre trabajo entre estos dos extremos acerca de la vida” .
Otros artistas que trabajan con el cuerpo desde este punto de vista son: Dennis Openheim, en Material intercahange 1970, Louise Bourgeois, en su Cells (Hands and Mirror) (1995), en las que unas manos de mármol representan al personaje ausente. Robert Gober tiene una serie de piezas en las que unas piernas humanas salen de los muros de la galería, como Two Split Legs, (1991). Gary Hill presenta en Inasmuch as it is already taking place (1990), una serie de monitores de diferentes tamaños con fragmentos de cuerpos a escalas diferentes y repite esta estrategia en su obra He, She (1992), en la que fragmentos de manos son proyectados a escala gigantesca en las paredes del recinto expositivo. La estrategia de la proyección videográfica también es empleada por Tony Ousler en toda su obra, proyectando rostros de personas sobre muñecos dotándolos de una “rara humanidad”.
1 Existe versión en español de la edición 38 de la versión original en inglés, Anatomía de Gray. Bases anatómicas de la medicina y la cirugía, Madrid, Harcourt Brace de España, S.A.,1998.
2 Vicente, M., Un mundo Natural, Revista LAPIZ, nº 139-140, enero-febrero, 1998, pp. 63-73.