"El dibujo es el lugar donde realmente se crean tus estructuras de futuro. Eso es lo que lo define y no la técnica utilizada. En realidad, el dibujo es un laboratorio, un espacio donde desarrollar ideas con inmediatez y verificar intuiciones sin ninguna presión de tiempo o de lugar" Jaume Plensa


miércoles, 16 de marzo de 2011

Jamie Shovlin: Naomi Diary


Jamie Shovlin, al igual que Borremans está interesado en la tensión entre la verdad y la ficción, la realidad y la invención. Sus obras cuidadosamente ejecutadas investigan y  combinan sistemas inherentemente defectuosos, la exactitud pseudo-científica y las dudosas proposiciones filosóficas. 
Los soportes, los encuadres, los gestos y las actitudes de los personajes constituyen los síntomas de una distopía.











César del Valle: El recurso sistemático del vacío

“¿Qué pasa durante una mirada?, ¿Qué relación existe entre el tiempo de la mirada y el tiempo de la representación?, ¿entre el tiempo de la mirada  y el espacio de la representación?. Ha surgido un problema nuevo: (…) La gestión de una mirada prolongada.”
(Jacques Aumont, L’oeil interminable. Cinema et peinture (1989)










Jaume Plensa



Gráficas ampliadas
Materialidad del dibujo: Jaume Plensa


"Uno sólo puede hablar desde su propia experiencia. He sido alumno en una escuela de arte y a mí no me funcionó. He sido profesor en la Escuela de Bellas Artes de París y tampoco me funcionó. Creo en relaciones más dinámicas como charlas, seminarios o encuentros. Es importante comunicarse con los demás, hablar con gente mayor o más joven que tú. Lo realmente bueno de una escuela de arte es que puede ser un lugar de encuentro para gente con intereses similares. Pero lo que se pretende aprender allí se puede encontrar en otros sitios. De todos modos, aunque dejé la escuela, no me puedo llamar autodidacta. Uno encuentra sus propios profesores y los míos han sido extraordinarios. Hay una historia taoísta sobre un profesor que está con sus alumnos frente a una bandera que ondea. «¿Qué veis?», pregunta el profesor. «Una bandera, el viento la mueve», responde un alumno. «No, el mástil se mueve y mueve la bandera», sigue otro. Al final, el profesor dice: «No, es vuestro corazón el que se mueve». Shakespeare, Blake o Estellés me han ayudado a formarme. Han sido grandísimos profesores. Al igual que aquel herrero que me aconsejaba cómo forjar y que me explicó: «Cuando era niño mi padre me hizo estar todo un invierno pasando un hierro de cuadrado a redondo y de redondo a cuadrado»."
Jaume Plensa
La poesía de la materia
César Rendueles
© CBA, 2007. Entrevista publicada bajo una licencia Creative Commons.


Jaume Plensa LOGBOOK

Un dedo del pie. El pliegue de una oreja. La porosidad de la frente. Una aguja. 
Toda la geografía del tiempo recortada. Las gramáticas. Tres palabras por segundo. 
La caligrafía de una máquina. El secreto. La sombra de una libertad metálica y blanca. Una lluvia de azúcar. Un secreto. Una pregunta. 
JAUME PLENSA, 1992


Jaume Plensa Obra sobre Papel

Ninguna geografía es adecuada. Ninguna palabra es precisa. 
Nosotros, vosotros, ellos.... 
Respira. 
JAUME PLENSA, 1992



La vida 
gira y gira sobre nuestro cuerpo de cristal. 
Nuestro cuerpo tatuado de silencio. [...] 
El silencio es un deseo, un sueño, una aspiración, 
algo tan desconocido e inaccesible, que solo podemos imaginarlo. 
El silencio es una voz, nuestra voz. 
El silencio es un cuerpo, nuestro cuerpo. 
JAUME PLENSA, 2003




Cada ser humano es un “lugar”. Cada mujer, hombre, niño,
viejo es un espacio habitable en sí mismo que se desplaza y desarrolla;
un “lugar” en tiempo, en geografía, en volumen y en color.
JAUME PLENSA, 2000


Jaume Plensa SINÓNIMOS


Sobre la materialidad del texto:
Cuando presenté mi exposición en la Galerie Nationale du Jeu de Paume de París, su director me dijo: «Cuando veo tu obra siempre pienso en un texto de Rabelais». Y me envió una edición de Gargantúa en la que había señalado un episodio: era la historia de unos marineros que de pronto empiezan a oír palabras y sonidos inconexos. Se asustan mucho pero, entonces, Gargantúa les explica que son voces que han quedado congeladas en el aire y que al ser calentadas por el sol gotean en forma de sonidos inconexos que caen sobre el barco como piedras preciosas: diamantes, rubíes, esmeraldas. Aquella historia me conmocionó y me llevó a utilizar el sonido. Primero fueron palabras, pero después comenzó a inmiscuirse un maravilloso poema de Blake que dice «un pensamiento llena la inmensidad». Siempre he entendido los pensamientos como un rumor más de nuestro cuerpo. Así fue como empecé a trabajar con gongs, cuyo sonido es la propia materia en vibración, o con cortinas de letras, que al rozar generan ese sonido tan especial… 

Entrevista en TVE:

Shaun Tan: Emigrantes


Libro PDF

martes, 15 de marzo de 2011

Michaël Borremans


Unidad de estudio 3  
WHISTLING A HAPPY TUNE. 
Realidad e ilusión: Michaël Borremans.

1. Introducción al problema.


WHISTLING A HAPPY TUNE (2008) es el título de una publicación que recoge la última obra dibujada de Michaël Borremans (1963, Geraardsbergen). Como podemos comprobar por el título no vamos a sacar una información clara sobre los contenidos temáticos o sobre las técnicas empleadas por el autor. Sin embargo, es fiel a las tácticas  de aproximación a lo real de Borremans, es tan ambiguo como lo que nos espera en cada una de sus dibujos, sólo al final del recorrido, comprobamos que efectivamente este título se corresponde con la ironía que subyace a ese “mundo feliz” representado por las realidades ilusorias  de su obra.

Como primera aproximación podemos afirmar que los  dibujos de Borremans reflejan la cultura de masas contemporánea. Parece que sus pequeños dibujos tratan de enfrentar al espectador cara-a-cara con las "ilusiones históricas" que subyacen en la sociedad actual, aludiendo al engaño y la indiferencia del mundo que nos rodea. 
Su trabajo se relaciona por tanto, con las ilusiones que percibe a su alrededor, las ilusiones acerca de las opciones políticas, la libertad personal y la capacidad del individuo para actuar en este mundo complejo. Para ello, imprime a sus dibujos de una estética seductora y un cierto grado de provocación con el fin de comunicar mejor esta sensación de ilusión al espectador y con la mayor claridad posible, si es que “claridad” es un término lo suficientemente claro, pues en la obra de Borremans hasta lo más evidente deja de serlo. 

Las referencias explícitas a la historia del arte y las tradiciones culturales juegan un papel muy importante en esto. Sus dibujos incluyen una variedad de géneros como el retrato, el busto escultórico, la máscara de la muerte y el monumento, refiriéndose también, a aquellos lugares donde se muestran las obras de arte, como el estudio, el museo o el espacio público., Reflexiona también sobre las diferentes formas de “puesta en escena” que fueron desarrollados en el curso de la historia del arte reciente: el diorama en el siglo XIX, la fotografía antes de la era digital, y las proyecciones de vídeo de gran tamaño que uno encuentra en la actualidad. 


La cuestión de la realidad y la ilusión subyace en las temáticas empleadas por Borremans, como ya hemos indicado, manifestando su carácter más ambiguo e inconsistente a través de sus dibujos. Una y otra vez se preocupa de la distancia entre lo que llamamos la realidad -lo que está ahí afuera- y la ficción o la narración imaginaria de la que se ocupa el arte. 
Esta relación entre lo real y lo imaginario se expresa también en la propia percepción que Borremans tiene de sus dibujos, tratándolos como una especie de propuesta de intervenciones o de instalaciones en el espacio público. 
Sin embargo, la ejecución de estos elaborados estudios preliminares, nunca alcanzarán la fase de inserción en la realidad. Dado que invariablemente las intervenciones públicas las ve como "actos de agresión" y prefiere ajustarse al "límite" que impone la ejecución de un modelo dibujado. El trabajo con esta táctica de realizar dibujos como proyectos latentes, permite a Borremans, proteger la muy delgada línea entre la realidad y la ficción tan característica de su obra y para conseguirlo el tiempo y la historia desempeñan un papel crucial. 




Borremans hace un uso regular de las primeras fuentes de las imágenes en la que basar sus dibujos. En la mayoría de los casos son fotografías del siglo XIX, revistas y libros ilustrados de los años treinta a los años cincuenta, y las fuentes más recientes, tales como películas, telenovelas y series de televisión, que encuentra ya sea en su forma original o en Internet. Otra fuente fértil es su fascinación por el kitsch, caracterizado por las figuras de porcelana que adornan las ventanas de muchas casas de Flandes. Borremans utiliza imágenes que están disponibles en cantidades masivas, en busca de sus propios temas, -puede por ejemplo mostrar la ropa y la peluquería de moda de otra época, lo que hace que el trabajo aparezca de una manera retrospectiva- y trata de cerrar la brecha entre la conciencia de un pasado histórico, una tradición cultural y los problemas de la actualidad. 




En cuanto a la forma y el estilo, los dibujos de Borremans evolucionan muy lentamente, mostrando la influencia de su formación en el grabado, técnica que exige desarrollos largos en el tiempo de ejecución. Cada dibujo es meticulosamente compuesto, y el artista vuelve una y otra vez sobre el papel, a fin de continuar la corrección y profundización capa por capa. Este trabajo cauteloso, revela la afinidad de Borremans con la tradición del norte de Europa, de la pintura en miniatura y los dibujos de los viejos maestros. En cuanto al contenido subyacente de estas opciones formales, también muestra raíces en la tradición de la pintura belga. Al igual que el trabajo de sus compatriotas, James Ensor, Félicien Rops, René Magritte y Thierry de Cordier, la mano de Borremans revela la tendencia surrealista para evitar asociaciones lógicas. 

El uso de los materiales confiere a sus dibujos un aspecto intuitivo, semiacabado y proyectual, que los hace muy sugerentes. Se utiliza casi cualquier tipo de material como apoyo para su trabajo, sobres abiertos desgarrados (con sellos de correos aún adherida), tapas arrancadas de libros, viejas fotos, páginas de calendarios, restos de imágenes, etc. Cada soporte tiene su propia historia que es revelada por las huellas externas del mismo y que el artista al incorporarlas al dibujo las pone en evidencia y son magnificadas. La elección de este tipo de materiales hace hincapié en el hecho de que las obras no han crecido de la nada, y que no pueden ser plenamente comprendidas únicamente sobre la base de lo que en ellas hay dibujado. 
La edad y la estética de las fuentes de imágenes también parecen ser transferidos a sus dibujos por medio de los colores. Sus matices típicos "antiguos" de tonos marrón y gris son adecuados para dotar de una pátina que siempre es inherente al material utilizado para el soporte. Con la excepción de gouache y pintura de aceite (a la que siempre añade una pátina), Borremans generalmente dibuja con lápiz, acuarela y tinta blanca, siendo un número muy pequeño los dibujos realizados sólo con lápiz. 

Termino con un reflexión final que me parece que a todos nosotros como artistas nos conviene tener presente en nuestro trabajo diario.  A primera vista los pequeños dibujos de Borremans parecen simples, convincentes y realistas. Nada podría ser menos cierto. Debajo de estas imágenes aparentemente claras, se encuentra contenido un mundo que se manifiesta impresionante, confuso y extraño, provocando una sensación de perplejidad y ambigüedad en el espectador, que paradójicamente hace aumentar su confusión cuanto más detenidamente observa estos dibujos.